Expectativas del mercado energético para 2018

Es la época del año de los propósitos y las predicciones, así que he pensado que podría, valientemente, publicar algunas expectativas para los mercados energéticos australianos para el año que viene. Podemos revisar esta lista dentro de un año y ver lo acertada (o equivocada) que está mi bola de cristal.

Sin ningún orden en particular:

• Las soluciones de almacenamiento a escala de red, como la batería Neoen/Tesla en Sudáfrica, se limitarán a unas pocas instalaciones patrocinadas por el Gobierno o los operadores de red. Los beneficios de estas instalaciones para todo el sistema justificarán este patrocinio, pero los participantes en el mercado serán incapaces de captar suficientes de estos beneficios para una instalación comercial aislada.
• Las soluciones de almacenamiento distribuido seguirán siendo un sector nicho que ofrece periodos de amortización superiores a siete años. Los minoristas de electricidad empezarán a reducir los diferenciales de precios entre las horas punta y las horas valle y entre la exportación y la importación como respuesta competitiva.
• La energía solar en tejados seguirá instalándose a un ritmo récord, y se espera que 2018 supere a 2017 con el despegue de las instalaciones solares en tejados comerciales. Mi predicción es de 1,5 GW de energía solar en tejados en toda Australia en 2018.
• Este será un año decisivo para la energía eólica y solar a gran escala, con la puesta en servicio de más de 2 GW.
• Los precios mayoristas de la electricidad serán significativamente más bajos en 2018 que en 2017, principalmente como resultado de una mayor disponibilidad de gas, pero también como reflejo de la creciente cuota de mercado de la generación de bajo coste marginal, como la eólica y la solar.
• La fiabilidad y la seguridad del abastecimiento recompensarán sobre todo a las centrales de gas. Esto erosionará aún más los argumentos comerciales a favor de la generación con carbón.
• Los legisladores y reguladores tendrán dificultades para seguir el ritmo del cambio. El acceso a los gasoductos y la transparencia estarán en el punto de mira, al igual que las normas que favorecen a las empresas ya establecidas. Sin embargo, no cambiará nada significativo.
• Los medios de comunicación y los políticos seguirán presentando desde posiciones atrincheradas. Como predicción comodín, un político cambiará radicalmente de opinión y se retractará de su apoyo a una nueva central eléctrica de carbón. Tal vez sólo sea una ilusión.

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